Holii! Bueno, últimamente no es que esté muy inspirada, así que el capi puede que sea un poco soso, no sé, ya me diréis. Me gustaría que me dejaseis algún comentario, o me dijeseis si me leeis o no, porque las visitas suben, pero no sé realmente quién me lee, a quien le gusta, lo que pensáis... Animaros y escribidme diciéndome algo, dándome vuestra opinión... lo que queráis. Ah, puede que haga dos temporadas de la nove. Si esto fuera sí, esta está a punto de terminar, por lo que dentro de poco igual hago otro cuestionario para que respondáis :)
Otra cosi... estoy alucinando, o sea, que ya tengo más de 9000 visitas, y estoy como ljwlferipq no me lo creo, así que mil gracias!
Mucha gente me pedís salir en la historia... yo intento meter personajes, pero tienen que tener un sentido en el relato, así que no sé como lo puedo hacer... no prometo nada, yo lo intento, pero no creo que pueda meter a todos, lo siento :3
Una última cosa, me gustaría que calificaseis este fanfict con una nota, del 1 al 10, como si de una asignatura se tratase. Así veo si os está gustando o no, y poner un numerito no cuenta nada;)
Bueno, nada más. Espero que os guste. Luv ya!
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Una última cosa, me gustaría que calificaseis este fanfict con una nota, del 1 al 10, como si de una asignatura se tratase. Así veo si os está gustando o no, y poner un numerito no cuenta nada;)
Bueno, nada más. Espero que os guste. Luv ya!
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Siempre he odiado las despedidas.
No puedo con ellas, es algo que… no sé. Me deprimen. Es algo que no quiero que
ocurra. Sin embargo, son inevitables. Ayer, Álvaro, anoche Carlos tuvo que irse por temas
familiares. Por lo menos está cerca de ellos, y puede ver a Marina más a
menudo. Y hoy, yo. Ahí me encuentro, en la estación, con mi maleta, y las dos
personas a las que más quiero llorando delante de mí por mi partida. La alegría
que da llegar y la tristeza que sientes al tener que despedirte… Me parte el
alma verlos así.
-Pero no lloréis cacho bobos.
Esto no es un “adiós”, es un “hasta pronto”. A la siguiente os venís vosotros.
Aunque tendríais que veniros a Madrid, que voy a estar estudiando ahí –Marina
viene corriendo a abrazarme. Ahí es cuando me derrumbo, y echo a llorar yo
también. Cierro los ojos y la abrazo fuerte, muy fuerte. Un abrazo infinito, de
cariño.
-Te prometo que iré a Madrid a
verte.
-Y yo a Murcia a veros en cuanto
me den vacaciones.
-Te quiero muchísimo Martus.
-Y yo a ti capulla –nos separamos
y miro a Blas. Intenta reprimir las lágrimas, pero no puede. Y juro que en ese
momento me dieron ganas de romper el billete y quedarme con ellos. Voy
corriendo y le abrazo, con tal efusividad que casi lo tiro al suelo. Me abraza
fuerte, sin dejarme ir.
-Nos veremos muy pronto, ¿vale?
-No puedo estar sin ti Marta, te
necesito.
-Y yo a ti, joder… Recuerda por
favor que te amo, y que la distancia solo separa personas, pero no corazones.
El mío te pertenece. Siempre va a ser así.
-¿Por qué eres tan perfecta?
-Aprendo del mejor –digo
giñándole un ojo. Los dos esbozamos una sonrisilla, y volvemos a abrazarnos.
Los echaré tanto de menos… Oigo el aviso de mi tren. Debo irme. Me separo
despacio de él y le doy un dulce beso. Un beso con sabor a despedida. Tras
susurrar un “te amo”, doy media vuelta y, cogiendo mi maleta, entro en el
andén. No me giro. Sé que me partiría el alma. Y no quería irme con un mal
sabor de boca. Me siento en mi asiento asignado y me pongo los cascos. Sonrío al
recordar el viaje de ida. Esta vez, me he cogido yo unos cascos en Murcia. En
este viaje, no tengo a nadie a mi lado. Mejor. Subo el volumen de mi música, y,
sin darme cuenta, me quedo dormida en aquel vagón, sin ser consciente de que,
cuando me despierte, estaré en mi casa, de nuevo.
*Narra Marina*
No tengo ganas de nada. Se ha ido
ya. Ahora mi casa estará muy vacía sin ella, sin su risa, sin sus locuras. Y él
también se había ido. Pf… Tras ver a Marta meterse en el vagón, me abrazo
fuerte a Blas. Los dos lloramos, se le va a echas muchísimo de menos. Decidimos
ir a dar una vuelta para despejarnos. Blas está demasiado apagado. Sé que la
quiere mucho. Y es difícil separarse de la persona a la que quieres, lo sé por
experiencia. Los dos estamos exactamente igual. Al menos, nos tenemos el uno al
otro. Algo es más que nada.
-Va Blas, hay que animarse. A
ella no le gustaría vernos tristes. Seguro que la vemos dentro de muy poquito.
-Eso quiero pensar… pero es que
ya la echo de menos Marina…
-Yo estoy igual que tu Blas.
Carlos tampoco está aquí. Y sé que es difícil, pero hay que estar bien, porque
es lo que ellos querrían.
-Tienes razón, lo siento… es que…
-Eh, tranquilo –le abrazo, sé que
lo necesita.
-¿Y si me voy yo también a
Madrid?
-¿Qué? –esa pregunta me cogió un
poco desprevenida.
-Sí. No tengo nada que perder,
excepto dinero… -suelta una especie de risilla.
-Pero… tienes a tu familia aquí…
a amigos…
-Allí también tengo amigos.
Recuerda que de pequeño estuve en algún concurso televisivo. Puede ser una
oportunidad también para mí. Para luchar por mí sueño. Y podría venir aquí de
vez en cuando.
-¿Y me dejas a mí aquí?
-Vente tú también. Piénsalo,
sería todo mejor. Todo ventajas. Bueno, todo no, pero… ¿Por qué no?
-Es una locura Blas… ¿Estás
seguro?
-No. Pero siempre es bueno
cometer locuras de vez en cuando. Habría que ver pisos a buen precio, y
podríamos compartirlo hasta nuevo aviso. Así sería más fácil. ¿Qué me dices?
-Que me has convencido, y esto no
es nada bueno –se ríe y me abraza. Es algo precipitado, pero tiene razón. ¿Por
qué no? Todo sería más fácil. Y allí hay más universidades, y mejores para
estudiar magisterio. Más oportunidades. Y estaríamos cerca de Martus. Blas está
loco, pero sabe lo que hace.
-Vale, esta tarde quedamos y
miramos todo. Tú díselo a tus padres, yo se lo diré a los míos.
-Vale, hasta luego.
*Narra Marta*
Zaragoza. Abro los ojos
lentamente y contemplo el paisaje, que pronto tapan los muros de la estación.
Ya he llegado. Bajo del tren y ahí están mis padres, que me abrazan
fuertemente. Las típicas preguntas de “Qué tal el viaje” o “Cómo lo has pasado”
no faltan. Vamos a casa. Y la sorpresa que me lleve fue grande: ahí estaban mis
amigas, las locas estas. Estaban todas: Gloria, Angy, Vero, Andrea, Aurora…
Pronto me veo envuelta en abrazos y besos. Decidimos ir a dar una vuelta, así
les contaba todo con más tranquilidad.
-Venga va, cuenta todo –dice Angy
muy emocionada.
-Pues a ver… Estoy con Blas
–todas se ponen como locas. Ah, no, que ya lo son. Yo con novio… quién lo iba a
decir…
-¿Pero ha habido tema? –dice
Vero. Me sonrojo rápidamente. Me da mucha vergüenza hablar de eso…
-Pues… sí… -su reacción es muy
graciosa.
-Bueno, que ya se me hace mayor,
madre –me dice Andrea cogiéndome de los mofletes cual niña pequeña.
-Eh, pero que hay más cosas que
contar… ¿me dejáis?
-Claro, va, ya tardas –Aurora,
tan impaciente. Si no, no sería ella. Les cuento todo lo que me había pasado en
el viaje, desde cómo conocí a Carlos, pasando por los momentos con Marina, con
Blas, los encuentros con Álvaro, la despedida…
-G U A U –Gloria es la única que
dice algo. Supongo que se habrán quedado sin palabras.
-Muy fuerte… -Vero es la segunda
en hablar. Y luego empiezan a hablar todas a la vez, y no me aclaro, por lo que
me entra un ataque de risa así en medio de la calle… Pasamos la tarde juntas, y
poco a poco se fueron yendo, despidiéndose de mí y de Gloria. A saber cuando
las volvería a ver. Las echaré de menos. Volví a casa tranquilamente. La cena
fue tranquila, les conté que tal el viaje sin dar muchos detalles, y evitando
decir que estoy con Blas… Me fui pronto a la cama. Y pensar que mañana me iba a
Madrid… Que por cierto, no tenía ni idea de lo que tenía que hacer, que llevar…
Me levanto de nuevo y voy al salón. Están mis padres viendo la tele, me siento
con ellos.
-¿Tú no tienes que descansar?
-Sí, pero no sé qué hacer mañana,
que llevarme…
-Es verdad, no te hemos dado la
carta –dice mi madre levantándose y sacando de uno de los cajones de la mesita
central una carta. –Toma, léela, aquí tienes toda la información.
Leo la carta con atención. Me da
la información de las clases, dónde está la universidad, dónde me voy a alojar,
lo que tengo que llevar… la verdad es que es una gran beca. Al principio, me
alojo en un local de pisos donde cobijan a todos los estudiantes que tienen una
beca, y dice que, pasados un par de meses, puedes comprarte tú un piso. Suena
genial. La verdad es que no me va a faltar de nada, y en las primeras semanas,
tenemos a un monitor guía para llevarnos del edificio a la uni, y para
enseñarnos un poco la ciudad. Tras leerlo, les doy las buenas noches a mis
padres y les mando un mensaje a Blas y a Marina. Y, ahora sí, me quedo dormida.
[…]
Unos gritos me despiertan. Suena
música, no distingo cual. Tengo mucho sueño. Noto que me zarandean, y abro los
ojos poco a poco. Me encuentro a Gloria encima de mí. Me incorporo cómo puedo.
-Venga, levanta ya bella
durmiente, ¡que nos vamos a Madrid!
-Nos vamos por la tarde,
relájate…
-Error, el tren sale a las
cuatro, así que venga, prepárate.
-¡¿Qué?!
-Eso, venga, yo te ayudo –me
levanto rápidamente y saco un par de maletas. Comienzo a meter ropa de todo
tipo: pantalones largos, shorts, camisetas de manga corta, de tirantes, blusas,
chaquetas, algún vestido… Y los zapatos. Que más que zapatos son zapatillas, no
me gustan los tacones, aunque me meto un par por si acaso. Ropa interior, el
neceser… todo listo. Me doy una ducha rápida y me visto con esto http://www.polyvore.com/go_to_madrid/set?id=108424158
. Me miro al espejo y suspiro. Pienso en todo lo que me ha pasado en tan poco
tiempo. Es increíble la de giros que puede dar la vida. En fin… Bajo a comer
con mis padres y con Gloria. Parece que esta chica no tiene casa… menos mal que
es una de mis mejores amigas, pero vamos, es pa’ darle. Terminamos de comer y
Glo, se va a por sus maletas, hemos quedado a las tres y media en la estación.
-Bueno… ya sabéis que no me
gustan las despedidas, así que intentemos hacerlo rápido –les digo agachando la
cabeza.
-Ais… quién nos iba a decir que
acabarías en Madrid estudiando lo que siempre has querido…
-Ya ves mamá… bueno, ¿vamos a la
estación?
-Vamos.
[…]
-Te echaremos de menos hija.
-Y yo a vosotros, jo –digo abrazándolos
fuertemente. –Vendré a visitaros en cuanto pueda.
-Tú tranquila… disfruta, aprende,
y mantennos informados –me dice mi madre.
-Lo haré. Os quiero –y, tras
darles un último abrazo, Gloria y yo entramos al vagón con destino a otra
ciudad. Un viaje que nos cambiaría la vida, en varios sentidos. Pero eso,
nosotras, aún no lo sabíamos.
Esta muy guay, me encanta y no es soso, tranquila; le doy un... 9 jaj :)
ResponderEliminaraii, muchas gracias guapaa!! Tu twitter como es??
Eliminaraisss mi siamesaaaa que me has emocionado en la despedidaaa, haber haber a mi me encanta la nnovela ya lo sabes y bueno yo me dejo de tonterias porque para mi tiene un 10 y ya si eso en lo que no me guste te lo dire mi niña pero por ahora me encanta , y bueno que aprovecho el comentario para que toda la que lo leaaa leaaaa que TE QUIERO MUCHISIMO SIAMESAAAA!! venga todos a leer la nove de mi siamesaa
ResponderEliminarajajajajajaj teee como enserio, gracias siamesa miaa!! Teeequieruu!
EliminarPues a mi este capítulo me ha encantado, omfg, ya estoy deseando saber que pasará en el siguiente.
ResponderEliminar¡Me encanta tú novela! Sigue así c:
¡Besiiiis! MiriSombrerita.
lsjfeoedpoferop`s te como! Jajaja muchas gracias mirii! Y gracias por leerme :'') Luv ya!
Eliminar¿Gracias? Gracias a ti por tener una novela taaaan asdfghjklñ. c:
EliminarQue bonito! Un 9'5
ResponderEliminarGuau, gracias!
EliminarHolaa, bueno me encaanta tu novela :) Me tienes enganchada!! yo le doy un 10, es que me encanta, y este capitulo no ha sido nada soso como dices tu, escribes super bien :) Bueno un besazo y sube pronto el siguiente capitulo :)
ResponderEliminarAw, muchísimas gracias! jajaa prontito subiré el siguiente, I hope:3 Gracias, jo :'') Besiiiss!!
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