-Todo tiene solución –le digo
sentándome a su lado. La miro de nuevo y ella me mira. Sus ojos negros se
clavan en los míos. En realidad, la chica es atractiva. –Cuéntame.
-De verdad, no te interesa, no quiero…
-Cuéntamelo.
-Pues… -suspira. –Tenía, bueno,
tengo una especie de “novio” que bueno… al principio era el mejor, me trataba
como a una princesa, me decía siempre cosas bonitas… y me enamoré locamente de
él… pero resultó ser que todo eran
mentiras. Me convenció para irme a vivir con él, y yo, tonta de mi, accedí. A
partir de ahí pues… me empezó a llevar a sitios no muy buenos… Me enganché a la
bebida porque resultó ser que él vivía de fiesta en fiesta… todo lo hice por
amor. Hasta que me empezó a acosar. Sexualmente y moralmente. Aún no ha llegado
a pegarme, pero no tardará en hacerlo. Soy una mierda joder, debí darme cuenta
desde un principio de que él no era bueno para mí, que mis padres tenían razón,
que todos tenían razón, de que estaba ciega y que tenía que abrir los ojos… y
ahora… -solloza –ahora es demasiado tarde. Vivo encarcelada en aquel piso del
que solo salgo para hacer de criada y para emborracharme por las noches porque
es la única salida que encuentro a mis problemas… Joder… mírame. Soy una puta
mierda, no sé qué coño haces aguantándome…
-¿Por qué no lo denuncias? ¿Por
qué sigues allí?
-No lo entiendes, no sabes lo que
es esto…
-No, no lo entiendo. Pero debes
denunciarlo. No puedes vivir acosada por miedo a lo que te pueda hacer.
-No tienes ni idea de lo que ese
chico puede llegar a hacer… Si hago algo que no debo estoy muerta ¿me oyes?
Muerta. Literalmente. No sería la primera vez que me saca una navaja y me
amenaza.
-¿Qué ha hecho qué? Joder, o lo
denuncias tú, o lo denuncio yo –digo poniéndome en pie.
-No… no por favor… -dice
cogiéndome de la mano. Estaba llorando. –No hagas nada. Por favor…
-No entiendo nada…
-No hace falta que entiendas
nada, simplemente… tengo que salir yo de esta. Yo solita me he metido y yo voy
a salir.
-¿Cómo te llamas?
-Paula. ¿Tú?
-Álvaro –la chica sonríe. –Venga,
levanta –le digo tendiéndole la mano. Ella se levanta. Va echa un desastre, sí,
pero tiene un toque atractivo.
-Lo siento… no debería haberte
contado nada, no tendrías que verme así… Ai… que mareo… -la cojo antes de que
se cayese al suelo.
-Ten cuidado anda…
-¿Por qué me ayudas?
-No lo sé… te he visto tan
indefensa… necesitaba despejarme.
-¿Y eso? Si se puede saber claro
–dice poniéndose en pie. Comenzamos a andar tranquilamente.
-Mal de amores, supongo. La chica
que supuestamente me gusta tiene novio y está muy enamorada, yo no tengo
ninguna posibilidad… -suspiro.
-No digas eso. Tienes que luchar
por ella si de verdad la quieres.
-Querer es una palabra muy fuerte
para alguien que apenas conozco.
-¿Cómo?
-Solamente la conozco de vista.
Pero no sé, lo que siento al verla… es… no sé, es complicado.
-Seguro que encuentras pronto a
la mujer de tu vida, estoy segura. Un chico como tú seguro que tiene a mil tías
detrás.
-Pues no te creas eh… -dije
mientras ambos reíamos. Paula en realidad era muy maja. Necesitaba a alguien
con quien desahogarse. Un poco de cariño, nada más.
-Oye, será mejor que te separes
de mí. Estamos llegando al piso y como me vea con alguien ya sabes…
-No sé cómo puedes aguantar
enserio. Un día coge tus cosas y lárgate. No mereces estar encarcelada. Mira,
si necesitas ayuda, llámame –le digo apuntando mi móvil en su mano. –Aunque yo
dentro de una semana me voy.
-Así que tengo una semana para
pedir ayuda o moriré encarcelada….
-Tú lo has dicho.
-Bien, pues… adiós.
-Adiós Paula. Cuídate. Una semana
–le digo, ella sonríe y se va.
*Narra Marta*
Salimos de aquel piso riéndonos y
picándonos. Había sido una noche muy especial, sin duda. Blas era tan perfecto…
Caminamos y acabamos en su portal. Entramos y llamamos al ascensor. Cuando
entramos, él me empotró contra la pared y me beso con mucha pasión, yo lo
correspondí. Estaba encendida. Salimos de este sin parar de besarnos y Blas
abrió como pudo la puerta. Entramos y tiró las llaves al suelo, mientras
cerraba de una patada la puerta.
-Y… tu madre… -dije entre beso y
beso.
-Está en Barcelona… no vuelve….
hasta mañana… por la noche... –cuando quisimos darnos cuenta, estábamos en el
salón. Me subió encima de él y me llevo a su habitación, dejándome en la cama
con cuidado. Estaba muy nerviosa, pero a la vez lo necesitaba. Blas se puso
encima de mí con cuidado y empezó a acariciarme el muslo, sin parar de besarme.
Nada más sentir el contacto con su piel me puso la carme de gallina. Me
deseaba, lo notaba. Puse mis manos en su pecho y comencé a desabrocharle los
botones de la camisa blanca que llevaba. Mi vestido desapareció como por arte
de magia, sus pantalones también. Estaba convencida de que quería que él fuera
el primero, y así iba a ser. Estaba preparada. Me puse encima de él y me quitó
el sujetador. Jugué con la cinta de su bóxer, acariciando su abdomen y dándole
besos por el cuello, sabía que le excitaban. Se volvió a quedar encima mío y
desapareció la poca ropa que aún nos quedaba.
-¿Estás segura? –me preguntó tras
ponerse el preservativo.
-Quiero que seas el primero Blas.
Aquí y ahora. Hazme tuya –dije, Blas me besó. Entró con mucho cuidado en mí, y
sentí un dolor agudo.
-¿Sigo?
Sí –volvió a repetir el
movimiento, y yo me agarré fuerte a las sábanas.
-No preguntes, tú sigue. No pares
por favor –dije antes de que él dijese nada, y me obedeció. Lo sentía una y
otra vez, y lo que antes era dolor se convirtió en placer. Agarraba fuertemente
la espalda de Blas, y él callaba mis gemidos con besos apasionados, llenos de
amor. Lo amaba demasiado. Llegamos a tocar el cielo con la punta de los dedos,
y él se echó a mi lado, algo exhausto. Ahora entiendo cuando dicen que lo de
hacer el amor puede ser un deporte… Me besó en la cabeza y me miró, acariciándome
el pelo.
-Gracias.
-¿Por qué? –me preguntó con una
sonrisa.
-Por todo. Por esta noche. Por
haber sido el primero. Por todo en general. Gracias.
-No las des. Te mereces todo esto
y más.
-Te quiero Blas.
-Te amo princesa –y, tras darle
un beso y apoyarme en su pecho, me quedé dormida.
[…]
Un dulce olor a chocolate me
despertó. Abrí los ojos y Blas no estaba a mi lado. Me puse mi ropa interior y
su camisa y sonreí al recordar la noche de ayer. Fui hacia la cocina y ahí
estaba él, con sus bóxers, calentando el chocolate. Rodeé su cintura con mis
manos y le di un beso en el cuello.
-Huele muy bien.
-Mejor sabrá –dice volviéndose.
–Buenos días pequeña –dijo cogiéndome de la cintura por dentro de la camisa y
acercándome a él.
-Buenos días princeso.
-¿Cómo que princesa?
-Es que príncipe es muy normal,
me gusta más princesa.
-Am… -dice besándome.
-Anda, atento al chocolate no se
vaya a quemar, que tengo hambre y me apetece –digo separándome y dándole un
cortito beso en los labios.
-Esto ya esta… -dice poniéndolo en
dos tazas. Desayunamos entre risas, manchándonos mutuamente. Me estoy empezando
a acostumbrar a este tipo de desayunos… Me levanté y llevé mi taza al
fregadero.
-¿Sabes? Estás muy sexy con mi
camisa… -me dijo al oído abrazándome por detrás.
-¿Ah, sí? Tú con los bóxers no te
quedas atrás…
-Pues es que me pones mucho…
-digo besándome el cuello.
-Eh, quieto ahí. Ya tuviste tu
ración anoche, y yo soy alumna novata.
-Bueno, pues tendrás que hacer
las prácticas, ¿no? –yo reí, él seguía besándome el cuello.
-No señorito. Hoy Martus está de
vacaciones, y mi profe también –dije sacándole la lengua y yéndome a la
habitación dándole un cachete en el culo.
-Eres mala… cuando te pille
verás.
-No lo harás –digo cantarina.
Entro en la habitación y me pongo mi ropa. Miro mi móvil. No tengo ninguna
notificación. Me fijo que son las 9. ¡Las 9 de la mañana! ¿Ho-la? ¿Pero este
chico está mal?
-Estabas mucho más sexy con mi
camisa… aunque ese vestido me va a volver loco –dice abrazándome por detrás de
nuevo y dándome un beso en la mejilla.
-Tú si que me vas a volver loca….
¿Cómo se te ocurre levantarte a las 8 de la mañana? ¡Ahora son las 9!
-Me gusta verte dormir… Además,
el desayuno iba a ser una sorpresa pero…
-Ai, es que el chocolate es el
único vicio que tengo… Tengo activado como un sensor –Blas se ríe y me da un
beso. Meto mi móvil en el bolso, me pongo los zapatos y salgo.
-Eh, ¿ya te vas?
-Sí, con un poco de suerte pillo
a Marina en la cama y me libro de las preguntas.
-Bueno… no te voy a retener o
secuestrar… gracias.
-¿A mí por qué?
-Por todo. Por hacerme el hombre
más feliz del mundo. Por ser tan perfecta. Por entregarme tu virginidad… Por
estos desayunos…
-Ains mi niño… te quiero, te
quiero, te quiero –le digo dándole un largo beso.
-Bueno… adiós.
-Adiós. Te amo pequeña.
-Y yo a ti princeso.
*****************
Bueeeno, ya esta aquí el capi que tanto ansiabais xD Quería dedicárselo a dos personitas: A @CFZambraSantan que siempre me comenta por twitter los capis y me pide y kajwjeieji que te quiero mucho :) Y a la zorrasca de @marguzman2 que la quiero mucho mucho mucho mucho y que siempre voy a estar ahí, así que sonríe ;)
COOOOMENTAAR, PLIIISS, QUE ME HACE ILU RECIBIR COMENTARIOSS!! OOOSSS QUIEEEROOO!! Y GRACIAS POR LAS MÁS DE 4000 VISITAAS!!! MUAKA!
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