jueves, 28 de noviembre de 2013

"My own dreams" Capítulo 18


Vale, I know, hace mucho que no subo capi, pero esque he estado de exámenes y super extresada... últimamente me falta inspiración, así que no me peguéis si el capi es muy corto o algo...
Otra cosa, se me ha borrado la lista con la gente a la que avisaba cuando subía capi, así que si me olvido de alguien LO SIENTOO!! De todas formas decídmelo por twitter si eso :)
Y nada, espero que os guste. A mi no me termina de gustar pero lo que importa es vuestra opinión, no la mia, así que... a leer!
 
*Narra Carlos*

Camino solitario por las calles de Murcia. Las manos en los bolsillos y una sonrisa en la cara. No sé qué me pasa, pero solo pienso en ella. Suspiro y entro en una cafetería. Al final con la llegada de Marta no he comido nada… ¡Y tengo hambre! Me siento en una de las mesas y una camarera me atiende.

-Buenos días, ¿qué desea tomar?

-Hola –digo mirándola. Qué chica más guapa… -Un cola cao y una napolitana de chocolate. Para adelgazar y eso... –la chica se ríe. Tiene una risa muy dulce, me gusta escucharla.

-Está bien, ahora se lo traigo –dice apuntándolo y girándose para irse. Pero ODIO que me traten de usted.

-Oye –digo, y ella se gira. –No me trates de usted por favor, que tampoco soy tan viejo –la chica vuelve a reírse y se va. Cojo mi móvil y empiezo a juguetear con él. Le mando un wa a marina diciendo que espero que siga viva tras haber hablado con Marta. Es que me da miedito cuando se pone así, jo…  Nah, es buena chica. Llega de nuevo esta chica y me sirve el desayuno, poniéndome la cuenta también. Me lo tomo con tranquilidad, no tengo prisa. Veo que esta no me quita el ojo de encima. Sonríe constantemente, mientras atiende a las pocas mesas ocupadas. Río para mis adentros. La chica es muy guapa, pero ya tengo a Marina. Otro suspiro inconsciente sale de mí. ¿Por qué cada vez que pienso en ella suspiro? No quiero enamorarme… y ella tampoco… Pero… Joder… Pago y salgo de aquel local. Sinceramente no sé qué me pasa. Mas bien no quiero saberlo. Mañana me voy de aquí…

 

*Narra Marina*

La puerta de casa se abre y un “¡Ya estamos aquí!” se escucha. Mis padres. Noto que marta se pone nerviosa, y la intento tranquilizar.

-Hija, que sé que no nos has echado de menos, pero al menos podrías salir a saludar –dice mi madre cargando una maleta.

-Hola mami –digo dándole un abrazo. Al segundo le abrazo a él también. Miran a Martus. Está no se atreve a decir nada. Parece mentira que para unas cosas sea super abierta y que no se atreva ni a presentarse a mis padres…

-Bueno, mamá, papá, esta es Martus.

-¿Marta? ¿Eres tú? ¿Pero qué haces por aquí? –dice mi madre dándole un abrazo. Veo que Marta suspira aliviada y le hago un gesto de complicidad. Le da dos besos a mi padre.

-Pues que no quería que Marina se hiciera adulta y no estar yo aquí para verlo, así que me he venido esta semana para recuperar el tiempo perdido.

-¡Pero qué bien! ¿Y los papás?

-En… Zaragoza. Me he venido sola, ellos me han dejado.

-Anda… y... dónde…

-Se queda aquí mamá –digo antes de que meta la pata. Que yo la quiero mucho, pero es una bocazas.

-Ah, pues por mi ningún problema… -dice mirando a mi padre.

-Ni por mí, encantados de que te quedes –dice sonriendo. Ais, cuanto los quiero.

-Muchas gracias –dice ella sonriendo aliviada.

-Bueno, ¿y habéis ido a ver a Blas no? –salta mi madre. Yo empiezo a reírme y Marta se pone roja como un tomate, mientras se ríe también. -¿He dicho algo malo?

-No… -digo sin parar de reírme –es que…

-Que sí que lo hemos visto, que es muy majo, me ha hecho mucha ilusión verle.

Yo no puedo más y me tiro al suelo de la risa. Puta Martus, y tanta ilusión que le ha hecho… Marta se empieza a descojonar de mí, y mis padres me miran incrédulos, en plan: ¿esta chica es tonta o peina calvos? Ai, que risa… Mis padres se van mientras le desean suerte a Marta, y yo me voy calmando poco a poco. Me levanto y esta me da una colleja.

-Eh

-Gilipollas, ¿Por qué te ríes tanto? ¡No hace tanta gracia!

-Sí sí, pero que te ha hecho más ilusión de la que dices… -otra colleja que me da. Me maltrata, ashudenme.

-Vete un rato por ahí, que si empezamos con esas yo también tengo…

-Vale, vale, ya me callo, pero no me maltrates, jo… -digo poniendo cara de cachorrito.

-Mira que eres tonta… -dice negando con la cabeza y dándome un abrazo. La quiero más… la necesitaba a mi lado.

 

*Narra Paula*

Recojo mis últimas cosas, meto el dinero en la mochila y salgo de aquella “cárcel”. No he dormido en toda la noche. Estuve pensando en lo que me dijo Álvaro y tiene razón. Debo salir de aquí cuanto antes. No tengo dónde ir, pero me da igual, me alejaré todo lo que pueda. Salgo corriendo en ninguna dirección, simplemente corro. Como Forest Gump. Cuando estoy suficientemente alejada y fatigada, llamo a Álvaro.

-¿Sí?

¿Álvaro? Soy Paula.

-Ah, hola –dice medio adormilado. -¿Qué pasa?

-Me he ido.

-¿El qué?

-Eso, que te he hecho caso, me he ido de allí. Ahora mismo no sé donde estoy, pero te necesito, no sé a dónde ir.

-¿Cómo que no sabes dónde estás? Dame una dirección aproximada que voy a por ti.

-Pues… poco más allá de salir de la ciudad, dirección Alicante.

-Vale, espérame allí –y cuelga. Suspiro y me siento en la carretera. Diez minutos más tarde, noto unas manos que me acarician por detrás.

 

*Narra Álvaro*

No imaginé que fuera tan valiente y que se fuera de allí. Me pongo unos vaqueros y una sudadera encima de la camiseta del pijama y le cojo a mi compañero las llaves del coche que hemos alquilado para desplazarnos por la ciudad. Voy dirección hacia donde me ha dicho y allí la veo, sentada en el borde de la carretera medio dormida. Indefensa. Como la primera vez que la vi. Me acerco por detrás y le acaricio los brazos.

-¿Ha llamado usted al servicio de rescate? –le digo, y ella se ríe.

-Sí, pero ha tardado mucho en venir y pensaba irme ya… -dice tras levantarse sonriéndome. –Gracias por venir –me da un abrazo.

-No las des. Venga, vámonos –nos montamos en el coche y pongo rumbo al hotel de nuevo. No hablamos apenas, solo se escucha la radio de fondo. Suena “We are Young”, de Fun. Paula sonríe y empieza a tararearla. Subo el volumen y me mira sonriendo. Comienzo a cantar con ella. Es un momento… especial. Llegamos al hotel y subimos a la habitación. Perfecto, mi compañero no está. Mejor. Me quito la sudadera y le digo a Paula que deje su mochila donde pueda.

-¿No tienes más cosas? –le pregunto.

-Digamos que solo tenía para subsistir y que mi “novio” me cambiaba la ropa con las putas con las que lo hacía cada noche. Esto es lo que me queda mío.

-No sé cómo has aguantado, en serio…

-Ni yo… pero bueno…

Busco una camiseta de la maleta y me quito la del pijama. Paula no me quita el ojo de encima.

-¿Qué?

-¿Qué haces?

-Ponerme una camiseta que no sea la del pijama.

-Ah, pues tú sigue… -se muerde el labio.

-¿Por qué? ¿Te pongo?

-Hombre, bueno estás… -dice acercándose a mí.

-¿Ah sí?

-Sí. Mucho –está delante de mí.

-Pues lo siento, pero tengo hambre, yo me bajo a desayunar –digo escabulléndome como puedo. Me pongo la camiseta y me peino un poco con la mano.

-Imbécil…

-Lo siento Paula, pero yo no…

-Tranquilo –me interrumpe. –Me quedo aquí durmiendo si no te importa, tengo mucho sueño.

-Claro, descansa. Vuelvo dentro de nada. Ah, si quieres algo, en el minibar hay comida, coge lo que quieras.

-Está bien, gracias.

-Bueno… adiós –digo saliendo de la habitación. Me apoyo en la pared y suspiro. No sé si he hecho bien o no en salvar a esta chica. Pero no quiero que sufra más, y si se pilla por mí yo… sigo enamorado de Marta.

 

3 comentarios:

  1. Me gusta tu novela. A si que te e nominado para los Premio Liebster Awards. Enhorabuena. Me gustaria que tambien me nominases a mi :). Esta es mi nove miscincoheroes.blogspot.com
    Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Martuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuus te he nominado a un liebster award e.e
    http://doyouwannamakemyday.blogspot.com.es/2013/12/cuatro-nominaciones-liebster-award.html

    ResponderEliminar
  3. te he nominado a los premios Liebster award http://vivir1900historiasatulado.blogspot.com.es/?m=1

    ResponderEliminar